lunes, 13 de abril de 2009

CINCO SEGUNDOS


Está claro que una referencia a lo conseguido tengo que hacer, os lo debo, aunque sea por reducción al absurdo. Sí, estoy contento, una tranquilidad extraña se va apoderando de mí poco a poco. Ya no tengo esa sensación de angustia que antes no me dejaba ser yo mismo, y el alivio lo voy sintiendo. Yo esperaba una sensación de alegría más parecida a una mascletà valenciana, pero se ha quedado en un soplido lento que saca todo el aire de mis pulmones.

Tengo que reconocer que esta situación me ha puesto a prueba en muchos sentidos, tengo que reconocer también que casi ha podido conmigo, pero he llegado, casi sin energías, pero he llegado. Ese desfonde final es el que a lo mejor ha hecho que esa mascletà sea un poco submarina.

Supongo que el día a día me irá poniendo en mi sitio, esos pequeños detalles que voy encontrando por momentos, serán los que me hagan reaccionar y alegrarme sinceramente del esfuerzo y de lo conseguido.
Cada día entiendo mejor la Teoría de la Relatividad de Einstein, en este caso veo clarísima su aplicación al valor relativo de lo conseguido, que por supuesto para mí, y para todos vosotros, queda.

Ahora, como ya os dije, viraje a nuevo rumbo en busca del siguiente punto de la ruta. Este punto todavía no está fijado, pero hay varias opciones. Está claro que ir hacia un punto que ya hemos sobrevolado es absurdo, con lo cual éstos descartados. Si descartamos también los que están en zonas restringidas, los fáciles de alcanzar (ya sabéis que me aburren) y los que tienen poco que ver, las opciones se reducen bastante. Resumiendo, y quiero que lo sepáis, lo siguiente lo voy viendo claro. Y por supuesto es difícil de alcanzar, mejor dicho, imposible (en mi línea). De todas formas estoy empezando a trazar la ruta en la carta y a calcular los rumbos. Espero que no se me olvide tener en cuenta la corrección debida a la variación de la declinación magnética. Ya sabéis, esos graditos que va variando el norte magnético con respecto al norte verdadero. Graditos muy puñeteros cuando la ruta es larga, porque puedes ir acumulando error hasta estrellarte con una pared que pensabas varios kilómetros a la derecha.

Hablemos por ejemplo de una pequeña variación de 5 segundos (5’’) que son 0.0013888°, vamos prácticamente nada. Pues esa variación de 5 segundos de hoy, se convierten en 10 segundos de mañana, y en 15 segundos de pasado mañana…..y así hasta que aparecemos en Cuenca, cuando parecía que íbamos a Granada. ¿Ves la importancia de 5 segundos? Ya sé que me estoy poniendo muy pesado con los 5 segundos, pero está claro que sé lo que te digo. Por eso 5 segundos no cuesta nada corregirlos, y pueden ser la diferencia entre llegar a destino deseado o encontrar la pared catastrófica.

Así que mientras elegimos el nuevo rumbo esperamos en compañía de la rutina de siempre. Eso sí, con una equipación nueva de tranquilidad.